Poder realizar una carga inalámbrica de cualquier dispositivo móvil, mientras te tomas un café parece que está en visos de ser una realidad inmediata. Concretamente, Starbucks está comenzando con la implantación de esta tecnología en sus cafeterías de San Francisco. El gigante del café, implantará también los cargadores inalámbricos en las mesas de 10 de sus locales de Londres.
McDonald’s ya comenzó a probar esta tecnología en algunos de sus restaurantes, exactamente igual que Ikea que ya dispone de muebles que incluyen cargadores inalámbricos. Parece que el futuro pasa por una lucha de las grandes compañías tecnológicas que apuestan por la carga inalámbrica. Como siempre ocurre, ambas desean llevarse el gato al agua y la batalla sólo acaba de comenzar.
Lo que está implantando Starbucks es la recarga por inducción, no se trata de una electricidad inalámbrica propiamente dicha. A este punto tecnológico todavía no hemos llegado, aunque no nos cabe duda de que lo veremos más pronto que tarde. La recarga por inducción funciona sin cables, pero debes tener el dispositivo a unos pocos centímetros del cargador, por lo que resulta inviable moverte con él, como sucedería si la carga fuera realmente inalámbrica.
Quién ofrece la carga inalámbrica
Concretamente son dos los consorcios de empresas tecnológicas que están apostando por ganar adeptos en el mercado de la carga por inducción. Se trata de la tecnología Powermat de Duracell frente a Qi de Wireless Power Consortium. Apostando por Powermat hay empresas como Intell, Samsung, Microsoft, LG y Blackberry (entre otras) y la tecnología Qi es la elegida por uno de los consorcios tecnológicos más grandes, con empresas como Nokia, Sanyo y Logitech. Así que la guerra está servida. De momento, Qi es la tecnología más fuerte en, este sentido, pero la apuesta de Starbucks por Powermat la está haciendo tambalearse.
Ante este panorama tecnológico están los dispositivos móviles que deberán ponerse de acuerdo para utilizar un estándar inalámbrico u otro. En la actualidad, casi todos los terminales disponen de esta tecnología a través de Qi. Sin embargo, Appel ha apostado por Powermat. ¿Quién ganará finalmente la batalla? Se admiten apuestas.
Hoy en día, son dos las opciones para realizar este tipo de carga, la inducción magnética que ya hemos comentado y la carga por resonancia. La primera requiere que el dispositivo esté en contacto directo con el cargador, mientras que la carga por resonancia, permite que el terminal se separe del sistema de carga, aunque debe permanecer muy cerca para que éste continúe con la recarga de su batería.
La recarga de dispositivos a través de la tecnología inalámbrica elimina el uso de cables, por lo que la duración de las baterías aumentará considerablemente. Las conexiones constantes a la fuente de alimentación provocan un desgaste que desaparecerá con la opción sin cables. Además, se trata de una opción estupenda y sostenible para el medio ambiente.
El futuro de la carga inductiva pasa por la comercialización de la carga inalámbrica de verdad, en la que los terminales podrán alejarse, en mayor medida, de los cargadores para conseguir una carga idónea. Esto permitirá el uso de los dispositivos móviles mientras se lleva a cabo el proceso de carga de su batería.