En EE.UU, los proveedores de televisión tradicionales están perdiendo cuota de mercado ante los espectadores estadounidenses que prefieren conectar con las nuevas televisiones de difusión en exclusiva por Internet.
Así, las tradicionales televisiones TDT y de cable, están observando como su mercado va en picado ante una demanda cada vez mayor de conexión de los televisores por la red. Los televisores conectados a Internet se están convirtiendo en la gran demanda en las tiendas y en la actualidad representan el 12 por ciento en los hogares de los usuarios.
Muchas de las compañía de TDT y cable así como, de las compañías proveedoras de contenidos, lejos de dar soluciones a un público más exigente tanto en precios como en calidad, corren el peligro de desaparecer del mercado en tan solo 10 años y ceder este, y sin que se dieran cuenta, a los grandes de Internet como Yahoo, Google o Microsoft que ya disponen de grandes servidores de contenidos a la carta para emitir exclusivamente por internet y mediante cable, wifi o simplemente, por satélite.
Una leyenda urbana dice que, “Google ya dispone de platós de grabación y emisión en directo por Internet evitando de esta forma las abusivas tasas por la ocupación de un espacio de onda”. Lo que si es cierto sobre Google, es que desde su página Google Play ya podemos disponer de alquiler de miles de películas para descargar o simplemente, ver desde nuestras propias televisiones preparadas para ello.
e-Televisión. IP-TV a la carta
Un claro ejemplo de televisión a la carta por Internet que está siendo líder en EE.UU. es la compañía Netflix (www.netflix.xom). Esta empresa de California empezó en 1997 como un videoclub vía Internet donde el suscriptor solo elegía la película y un mensajero se la llevaba a casa. En poco tiempo, empezó a ofrecer películas por streaming (directamente por internet) al mismo tiempo que ofrecía contenidos de televisión como noticieros, reportajes, documentales, dibujos animados, etc, alcanzando en 2011 una cuota de mercado de 25 millones de suscriptores solo en Estados Unidos y Canadá. Hoy día, su expansión está en desarrollo por el resto de países latinoamericanos.
Por un módico precio mensual, el usuario de Netflix tiene derecho a consumir de forma ilimitada el contenido audiovisual presente en el catálogo en línea.