La popular red social, Twitter, ha tomado medidas contra las webs que recuperaban los tuits borrados de políticos de diversos países. Se trata, concretamente de la red Politwoops que se encargaba de almacenar los tuits que desechaban los diplomáticos y políticos de 30 países. En este sentido, ya existía un precedente por parte de Twitter que en junio bloqueó la aplicación de OSF, una organización sin ánimo de lucro americana que realizaba copia de seguridad de cualquier publicación que un político ejecutaba en la red social. De esta forma, aunque a posteriori el mensaje fuera eliminado, en los archivos de OSF continuaban apareciendo.
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Twitter deniega el acceso
Si desde junio ya no era posible que OSF escaneara los time line de políticos americanos, ahora es el momento de Diplowoops y Politwoops, que desde el martes ya no disponen de posibilidad de continuar recopilando los tuits que los políticos colgaban en Internet y posteriormente decidían eliminar.
La forma en que Twitter evita esto es simplemente impidiendo el acceso para que puedan consultar sus servidores. España es uno de los 30 países en los que Politwoops operaba con regularidad. Además, esta aplicación contiene los mensajes de todos los políticos del Parlamento Europeo.
Las reacciones hacia esta medida que ha tomado Twitter no se han hecho esperar y las opiniones son para todos los gustos. Desde la propia red social del pájaro azul indican que se trata de una decisión bastante meditada y que tuitear no es una decisión irrevocable. Además, según los responsables de Twitter, eliminar cualquier tuit del time line de una persona es un derecho que tienen sus usuarios y también se debería entender como una forma de expresión.
Obviamente, no todos opinan como los responsables de la red social. Por su parte, Arjan El Fassed, director de OSF, tiene una opinión que difiere bastante a la expuesta por Twitter. Él considera que cualquier mensaje que cuelga un personaje público forma parte del legado político. Básicamente, lo entiende como declaraciones que deberían ser accesibles para cualquier ciudadano en cualquier momento. Además, considera el borrado de tuits como parte de la historia política.
Consecuencias políticas
En España disponemos del caso muy reciente de un político electo que se vio obligado a renunciar a su cargo al salir a la luz unos mensajes muy antiguos de su time line de Twitter. Se trata del concejal Guillermo Zapata que duró un suspiro en el Ayuntamiento de Madrid por el acoso al que se le sometió por parte de la opinión pública. La realidad es que este político publicó unos tuits de carácter antisemita y dudosa ética cuando no era un personaje público. Pero, obviamente, al comenzar su carrera política, su cuenta de Twitter fue totalmente escrutada, como ocurre con el resto de políticos. Y al encontrar este tipo de declaraciones de años atrás, la opinión pública fue muy feroz con él. El resultado final fue la dimisión inmediata de su cargo en la concejalía de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid.